LA MARCHA DEL NORTE
Después de la noche del día 26 de agosto y luego con los primeros albores de el día 27, se empezó a preparar; la mañana empezó a correr y en las primeras horas, las amas de casa despacharon a los jóvenes al estudio y a los mayores a trabajar; también se apresuraron hacer el almuerzo y la comida y poder dejar el diario preparado y así participar de una manera más cómoda , en las horas de la tarde, en la protesta contra valorización.
El tiempo , en su lento discurrir y mostrado en un reloj de pared, marcaba con su tic,,tac la aproximación a la hora señalada;: Fue a las 2:30, cuando muchos trabajadores y estudiantes salieron de sus actividades, que el conglomerado del barrio el paraíso y otros barrios aledaños dio comienzo al recorrido desde el barrio la cumbre al puente de Bellanita, lugar de encuentro con las demás personas de los otros barrios afectados. Juntos en el puente estaban a la expectativa para arrancar en el ejercicio, hacia el lugar de la manifestación, que se situó en dicha época en la carrera 49 situado en el segundo piso del local al frente del Instituto femenino Jesús de la Buena Esperanza .
EL día estaba caluroso.Pero, a lo lejos, en la cúspide del morro quitasol, se asomaba levemente una nube queriendo refrescar el día pero estos deseos no se pudieron cumplir a causa de los vientos del norte que la hicieron arrancar hacia otros sitios.
La gente acumulada, seguía esperando la hora de salida, la cual, se cumplió, empezó a marchar: la fábula, la fantasía, el zanco y la poesía tenían ese subfondo real que la gente quería. Y todo estaba bien.
Estaba la comunidad del norte haciendo historia. Y todo estaba bien.
La marcha, cual si fuera agua liberada de la represa La García, comenzaba su recorrer al centro de Bello. Las sombrillas se abrían para proteger del sol las cabezas y rostros de los mayores que caminaban junto a los demás jóvenes y todo estaba bien.
La caminata avanzaba lentamente por el Carretero, mientras los que no participaban de ella, salían a las puertas de las casas y se subían a las terrazas a chismosear y aplaudir a los intrépidos marchantes; se juntaron afectados y no afectados por Valorización, en la medida en que la procesión se acercaba al parque, se fueron amontonando muchas más personas del Congolo, Prado y Niquia.
En esa tarde los sanqueros se exponían para tocar al cielo pidiendo solidaridad al Señor.
La multitud, en toda su extensión seguía gritando en contra de valorización; también estaban las bandas marciales de los niños dirigidos por otro niño que hacia de bastonero con su cetro de palo de escoba, les marcaba el ritmo musical que hacían sonar al golpear los tarros, las ollas y las tapas de ollas, formando así un coro acompañante a las voces protestantes que seguían gritando en contra de Valorización. Y todo estaba bien. La multitud con pancartas en las manos, se aproximaban a dicha oficina.
A las 4 P.M, demandando la presencia del Doctor Gabriel Ramírez Hoyos, pero al ver que este no aceptaba el pedido, la multitud se alteró AL ROJO VIVO buscando el segundo piso y gritando. ¡Aquí están, estos son, los que roban la Nación!
La gente no pudo entrar a Valorización, por que además de estar las puertas cerradas, también estaban custodiadas por la policía. Se armó la trifulca. Entonces después de esto se resolvió continuar la marcha al Palacio Municipal donde se organizó un mitin con las intervenciones de don Francisco Avendaño y don Ramón García.
El sol declinaba ya al occidente, cuando se disolvió la demostración, en un ambiente de malestar social, el cual fue registrado por los distintos medios de comunicación de Medellín. La Gobernación de Antioquia se enteró de dicho suceso.
La coordinadora de afectados, después de ese día siguió en alerta para buscar otros medios de presionar a la administración municipal. Con el tiempo, el Gobernador de Antioquia, y para acabar con el conflicto, consulta con las distintas fuerzas del municipio, concluyendo con el cambio del alcalde Hernán Gómez Ospina, por el doctor Juan Ignacio Castrillon y en consonancia con dicho cambio, también se realizó el del señor Gabriel Ramírez Hoyos jefe de Valorización por el señor Orlando Arenas Tamayo, (es de anotar que en ese tiempo, los alcaldes, no eran nombrados por votación popular).
Después de la noche del día 26 de agosto y luego con los primeros albores de el día 27, se empezó a preparar; la mañana empezó a correr y en las primeras horas, las amas de casa despacharon a los jóvenes al estudio y a los mayores a trabajar; también se apresuraron hacer el almuerzo y la comida y poder dejar el diario preparado y así participar de una manera más cómoda , en las horas de la tarde, en la protesta contra valorización.
El tiempo , en su lento discurrir y mostrado en un reloj de pared, marcaba con su tic,,tac la aproximación a la hora señalada;: Fue a las 2:30, cuando muchos trabajadores y estudiantes salieron de sus actividades, que el conglomerado del barrio el paraíso y otros barrios aledaños dio comienzo al recorrido desde el barrio la cumbre al puente de Bellanita, lugar de encuentro con las demás personas de los otros barrios afectados. Juntos en el puente estaban a la expectativa para arrancar en el ejercicio, hacia el lugar de la manifestación, que se situó en dicha época en la carrera 49 situado en el segundo piso del local al frente del Instituto femenino Jesús de la Buena Esperanza .
EL día estaba caluroso.Pero, a lo lejos, en la cúspide del morro quitasol, se asomaba levemente una nube queriendo refrescar el día pero estos deseos no se pudieron cumplir a causa de los vientos del norte que la hicieron arrancar hacia otros sitios.
La gente acumulada, seguía esperando la hora de salida, la cual, se cumplió, empezó a marchar: la fábula, la fantasía, el zanco y la poesía tenían ese subfondo real que la gente quería. Y todo estaba bien.
Estaba la comunidad del norte haciendo historia. Y todo estaba bien.
La marcha, cual si fuera agua liberada de la represa La García, comenzaba su recorrer al centro de Bello. Las sombrillas se abrían para proteger del sol las cabezas y rostros de los mayores que caminaban junto a los demás jóvenes y todo estaba bien.
La caminata avanzaba lentamente por el Carretero, mientras los que no participaban de ella, salían a las puertas de las casas y se subían a las terrazas a chismosear y aplaudir a los intrépidos marchantes; se juntaron afectados y no afectados por Valorización, en la medida en que la procesión se acercaba al parque, se fueron amontonando muchas más personas del Congolo, Prado y Niquia.
En esa tarde los sanqueros se exponían para tocar al cielo pidiendo solidaridad al Señor.
La multitud, en toda su extensión seguía gritando en contra de valorización; también estaban las bandas marciales de los niños dirigidos por otro niño que hacia de bastonero con su cetro de palo de escoba, les marcaba el ritmo musical que hacían sonar al golpear los tarros, las ollas y las tapas de ollas, formando así un coro acompañante a las voces protestantes que seguían gritando en contra de Valorización. Y todo estaba bien. La multitud con pancartas en las manos, se aproximaban a dicha oficina.
A las 4 P.M, demandando la presencia del Doctor Gabriel Ramírez Hoyos, pero al ver que este no aceptaba el pedido, la multitud se alteró AL ROJO VIVO buscando el segundo piso y gritando. ¡Aquí están, estos son, los que roban la Nación!
La gente no pudo entrar a Valorización, por que además de estar las puertas cerradas, también estaban custodiadas por la policía. Se armó la trifulca. Entonces después de esto se resolvió continuar la marcha al Palacio Municipal donde se organizó un mitin con las intervenciones de don Francisco Avendaño y don Ramón García.
El sol declinaba ya al occidente, cuando se disolvió la demostración, en un ambiente de malestar social, el cual fue registrado por los distintos medios de comunicación de Medellín. La Gobernación de Antioquia se enteró de dicho suceso.
La coordinadora de afectados, después de ese día siguió en alerta para buscar otros medios de presionar a la administración municipal. Con el tiempo, el Gobernador de Antioquia, y para acabar con el conflicto, consulta con las distintas fuerzas del municipio, concluyendo con el cambio del alcalde Hernán Gómez Ospina, por el doctor Juan Ignacio Castrillon y en consonancia con dicho cambio, también se realizó el del señor Gabriel Ramírez Hoyos jefe de Valorización por el señor Orlando Arenas Tamayo, (es de anotar que en ese tiempo, los alcaldes, no eran nombrados por votación popular).
No hay comentarios:
Publicar un comentario