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| KINDER DE DOÑA TOÑA . LUGAR :BARRIO EL PORVENIR |
Entender el surgimiento de estas instituciones llamadas “Kinder” (término que no aparece en el diccionario de la real academia, pero que encuentra su origen en la palabra alemana Kindergarden o jardín de infancia), es necesario remontarse al tiempo en que llegaron las primeras familias al sector del Carmen con sus hijos, las edades de éstos oscilaban entre los 8 y los12 años, edad en la cual se comenzaba el periodo escolar; antes de cumplir dichas edades.Eran las madres las encargadas de dar a sus hijos las primeras nociones de matemáticas, lectura, escritura y religión, la cual era rigurosa, constaba en rezar el rosario diariamente, en familia, persignarse y santiguarse.
Favorecía esta clase de enseñanza, a las madres porque la mayor parte del tiempo permanecían en sus casas, realizando además las labores hogareñas, mientras sus esposos trabajaban para llevar el sustento al hogar, sin ocuparse en lo más mínimo por labores domésticas.
Las relaciones entre los miembros de la familia eran de total respeto por parte de los pequeños hacia sus padres, bajo el concepto de verticalidad y machismo, ya que al varón se le prohibía llorar, pues era característico de machos el demostrar fortaleza; prácticamente la vida de los menores era manipulada en su totalidad.
La primaria se terminaba aproximadamente al cumplir 14 años, en algunos casos se llegaba a los 16, muchos de los que culminaban sus estudios primarios no podían continuar estudiando el bachillerato, pues les tocaba trabajar en cualquier oficio o buscaban hacerlo en industrias, principalmente en Fabricato, donde el único requisito era ser hijo de un trabajador y mostrar ganas del trabajo, aunque sólo Hubiese terminado el quinto de primaria.
Don Luís Eduardo Medina Zapata comenta:
“Cuando la persona con la primaria realizada, entraba a Fabricato, ésta, si el trabajador quería, lo mandaba a estudiar al Sena mecánica de telares o cualquier otra especialización que tuviera relación con el oficio que desempeñara dentro de la factoría”.
Bello, en el transcurso de vida municipal hasta mil novecientos setenta y cocho (1.978), contaba con pocos colegios de bachillerato, algunos jóvenes que allí cursaban terminaban sus estudios a la edad de 20 años aproximadamente, sí ingresaban a la Universidad, se estaban graduando entre los 25 y 28 años.
En lo relacionado con el tema de los bachilleres, comenta Don Antonio Tamayo, extrabajador de Fabricato:
“Si un bachiller se colocaba en Fabricato, era considerado como un Doctor; compraba el primer cachaco y luego no lo dejaban volar de la casa de la primera novia que se conseguía: era propenso a matrimonio seguro.
Fue un orgullo trabajar en Fabricato. La empresa a los bachilleres les daba para trabajar los puestos en los mandos medios, no los ponía a barrer, los patrocinaba para estudiar en la universidad o también a realizar estudios de control de calidad, ingeniería industrial, mecánica o electricidad”.
Avanzada la década de los sesenta, el municipio de Bello, todavía en un ambiente pueblerino, seguía aumentando en el número de población.
En el barrio El Paraíso, se formaron nuevos hogares y con ello nuevas necesidades (por la ampliación de la economía de mercado), creadas por la difusión en los distintos medios de comunicación como la televisión, la radio y prensa. La mujer comenzó a participar en la vida social y en la producción, dejando por cierto, la crianza de sus hijos a familiares u otras personas o instituciones especializadas que comenzaron a surgir. Los nuevos padres de familia, de acuerdo a las circunstancias del momento, vieron la necesidad de comenzar a más tempana edad la educación formal de sus hijos, entonces, el Gobierno decretó el cambio en la edad de inicio escolar que paso de los 8 a los 6 años.
En el año 1966, un grupo de personas aprovecharon para crear los primeros Kinder o preescolares como se les conoce actualmente, éstos no funcionaron en locales independientes, sino que se adecuaron en las salas de las casas de familia; se seguía el precepto religioso (el catecismo del Padre Astete e Historia sagrada), se enseñaba las primeras lecciones de lecto-escritura (Coquito, Alegría de leer y Nacho lee), además de las primeras nociones de aritmética.
Los principales fueron:
-El Kinder Santo Domingo Sabio, en el barrio el paraíso en la casa de los Peñas.
-El Kinder San Nicolás, en el barrio el Porvenir en la casa de Doña Emilia Mejía.
-El Kinder de Doña Toña, en el barrio El Porvenir.
-El Kinder Kennedy, en el barrio el Paraíso B en la casa de Doña Margarita Cañaveral.
-El Kinder Arkona, en el barrio Buenos Aires en la casa de Doña María Aristizabal.
Muchas personas adultas de la comunidad tienen gratos recuerdos de aquella época, en especial de las personas que dirigieron estos primeros “Kinder”, al verlas en la calle, pues algunas aún viven, se les llena el corazón de alegría recordando su maternal compañia.
